Al abrigo de la noche y el silencio como metáforas de la época, Travesía propone a su vez su propia metáfora interpretativa transportando las obras para vihuela a la paleta íntima de la guitarra clásica, privilegiando la actitud contemplativa en un proceso que busca una particular expresión de esta literatura musical. Emerge así un tempo expresamente ralentizado, donde la interpretación, con renovada perspectiva, restituye a esta música su carácter esencialmente improvisatorio.

En Travesía encontramos las seis pavanas de Luis Milán y La canción del Emperador de Luis de Narváez. El libro de Milán intitulado El Maestro (Valencia, 1536), es una obra de marcado carácter didáctico que, estructurada en dos partes, recoge seis pavanas en la primera de ellas. Se trata de una publicación relevante por ser la primera fuente española donde se recoge música en tablatura. Todas las obras contenidas en El Maestro son originales de Milán, esto es, no están basadas en composiciones previas. Por su parte, Luis de Narváez propone un modelo compositivo diferente en Los Seys libros del Delphin (Valladolid, 1538). Tal es el caso de La canción del Emperador, por la que dicen sentía predilección Carlos V, que Narváez basó en la obra Mille Regretz del polifonista franco-flamenco Josquin Desprez. De Narváez, en Travesía se incluyen, además, sus Diferencias sobre Guárdame las Vacas, basadas en un tema popular de la época y probablemente uno de los primeros ejemplos de variaciones en la historia de la música.